Al momento de escribir esta nota han sido muchos los rumores y vociferaciones en cuanto al terrible fallecimiento de la actriz venezolana Mónica Spear y su esposo Thomas Berry en la autopista de Puerto Cabello a Valencia, cuando venían de un viaje de vacaciones por Venezuela.
Tristemente la realidad de nuestro país ha hecho que disfrutar de las bellezas y bondades que aun ofrece Venezuela sea vea imposibilitado por el capricho de algunos antisociales sin sentido de la vida y por la incapacidad que tienen los gobernantes de turno para frenar la violencia desenfrenada que galopa en nuestro querido país.
Venezuela se ha convertido por lejos en un territorio donde la vida no vale nada y que hoy en día sin mediar palabras te pueden cegar la vida o desgraciártela haciéndote un daño que a veces es irreparable tal como el que se le ha hecho a la bebe de Mónica Spear quien con cinco años de edad cada vez que observe la cicatriz de su pierna recordará el día más triste de su vida, donde un grupo de personas sin sentido de la moral ni del respeto ajeno apagaron la luz de vida que tenían sus padres.
Foto tomada por Thomas Berry, tomada de su instagram
Lamentablemente para muchos venezolanos lo mediático hace la diferencia, que distinto de la muerte trágica y totalmente reprochable de la Familia Spears-Berry a la de cualquier familia venezolana que diariamente pierde la vida en cada barrio o urbanización de Venezuela, que dolor tan distinto pueden sentir los familiares de Mónica que no sientan las demás familias venezolanas afectadas por la violencia.
Porque los venezolanos únicamente sentimos un verdadero dolor únicamente cuando observamos noticias mediáticas pero solo vemos los 460 muertos cada mes en Caracas como una cifra y decimos que el país está muy mal, pero ya está, seguimos haciendo lo mismo y esperando que no nos pase nada.
Los venezolanos estamos llamados a tomar un momento de reflexión e internalizar que lo que pasa en Venezuela no es normal y que nos estamos acostumbrando que sucedan cosas que no son viables para una sociedad. Lamentamos profundamente la muerte de cualquier venezolano, en este caso particular el de Mónica y su esposo, esperemos que los verdaderos responsables sean castigados ejemplarmente y que no quede impune este delito tal como quedan el 96% de los delitos en Venezuela.
