miércoles, 16 de enero de 2013

En el 2012 se denunciaron 625 secuestros ante el Cicpc


De acuerdo al registro que lleva el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, en 2012 ocurrieron 625 secuestros en todo el país. 

 Ese número de plagios quedaron repartidos en 593 denuncias. Así se pudo conocer de forma extraoficial. 

Sin embargo, los funcionarios consultados y varios expertos entrevistados aseguraron que esa cifra no refleja la realidad de la situación en Venezuela. Saben, por investigaciones y estudios, que esas 593 denuncias solo corresponde a 30% de los secuestros que ocurren en el territorio nacional. Existe un 70% de casos que quedan subregistrados. 

De ser estos cálculos correctos, en el país pudieron completarse más de 1.970 casos. De esos, poco más de 1.300 no se denunciaron. En 2011 se registraron, según fuentes del Cicpc, 1.150 casos. De acuerdo a esos números, el delito disminuyó, pero funcionarios que laboran allí aseguran que eso no es así. "Pero sin denuncia no hay delito, y eso es importante que la gente lo sepa, pues no tenemos manera de trabajar si no sabemos dónde y cuándo ocurren las cosas", explicaron los detectives. 

Aunque las estadísticas en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas podrían ser mucho más altas, con los plagios que se han denunciado ha sido suficiente para que Venezuela, desde 2005, forme parte de los diez países con mayor número de plagios, según la Revista Fortune 500. "Empezamos en el lugar número diez, y ya estamos en el número ocho, por encima de Colombia", indicó el criminalista Fermín Mármol García. 

Exprés a la orden 
De acuerdo a los estudios que ha adelantado el experto, entre 80 y 90% de los secuestros que ocurrieron en 2012 en el país fueron exprés. "Solo 10% se convirtieron en plagios que superaron las 24 horas de cautiverio ... Además, analizando los que se conocieron, se registró un incremento del número de muertes en cautiverio, o bien por razones naturales, accidentales o por homicidio. El aumento no fue significativo, solo 3%, pero constituye una alarma que empezó a sonar y que hay que atender. También aumentaron los abusos sexuales en 5%", dijo Mármol. El experto atribuye este fenómeno a que el grueso de plagios lo cometen bandas de jóvenes que migraron a este delito sin experiencia. "Son muchachos que antes controlaban el tráfico de droga, que robaban carros y bancos, delitos muy violentos, y no les importan las consecuencias que pueden traerles sus acciones", agregó. 

La ciudad del secuestro 
Conforme a las denuncias que ha recibido la División de Antiextorsión y Secuestro del Cicpc, 35% de los plagios ocurrió en Caracas. Eso quiere decir que de los 625 casos que se reportaron ante la policía científica, 218 se concentraron en Caracas. El número de bandas no ha sido determinado, pero sí saben que una, desde hace dos años, opera en la mañana. Los denominan "Los Mañaneros". Su horario de "trabajo" está comprendido entre las 5:00 a.m. y las 8:00 a.m. Ellos secuestran a personas que salen a las panaderías, a comprar el diario o a surtir de combustible el carro. Suelen operar en Altamira, Los Palos Grandes, Santa Eduvigis, Los Naranjos y El Hatillo. El imán para secuestrar, indican las denuncias, es el modelo del carro que usan. 

Fenómeno de 2012 
Los detectives del Cicpc aseguraron que el grupo de maleantes que secuestra en Caracas con armas largas comenzó a cometer ese delito en 2012. De acuerdo a la información que tienen los funcionarios, se trata de una banda que se dedica al secuestro exprés y que usa, como parte de su modus operandi, armas largas (fusiles y ametralladoras), pero también cortas y automáticas. Suelen ser seis maleantes repartidos en dos carros. Ellos interceptan a sus potenciales víctimas generalmente por los predios de Altamira y Chacao. Sin embargo, los hechos ocurridos en las últimas semanas en El Hatillo parecieran indicar, según indicaron las fuentes, que la banda estaría migrando. Un carro se coloca por la parte de adelante del de la víctima, y el otro por la de atrás, y lo obligan a detenerse chocándolo. Luego la bajan, la atan y la obligan a montarse en alguno de los dos vehículos. Uno de los maleantes se lleva el vehículo de la víctima, el cual es devuelto después de cobrar por el rescate del secuestrado. Esta banda, que usa armas de guerra, escoge a sus víctimas por el modelo del carro. La duración de sus secuestros varía: algunos pueden durar pocas horas y otros entre 2 y 3 días.

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